top of page

Vivimos en la eterna búsqueda de una utopía heredada, rota. Como animales voraces y rabiosos avanzamos tras un monstruo incorpóreo que no da tregua y el espacio que éste habita. Tan poderoso y capaz que nos hiere sin tocarnos, y las heridas que este provoca son inalterables. Nos domina y adiestra al compás de un libro que carga con la huella de su memoria, caverna siniestra. Para librearnos bebimos de su veneno, supuesto elixir, que como el fuego prometía volvernos dioses; su sabor dulce enmascaraba lo amargo de la amapola. Ahora estamos ciegos, ebrios y muertos en vida. ­

La sociedad ha muerto ¡Que viva la sociedad!

Somos animales de rutina con prisa de llegar a donde se nos ha impuesto. No nos da tiempo para detenernos a pensar si realmente queremos ir ahí, o quizás si nos da, pero estamos aterrados como cuando éramos niños y nos acercábamos a aquello que se escondía en el closet, camuflado entre la ropa que estaba ad hoc ponernos.

Cazar el fuego es un ensayo visual que busca generar un imaginario respecto al espíritu revolucionario.

Trabajo en proceso

CAZAR EL FUEGO

bottom of page