A través de edificios despostillados una luna velada se impone oculta entre la bruma opaca que enmascara la ciudad, sitio plagado por personas sin tiempo que navegan su terreno hipnotizados por el canto de sirena. Un escenario taciturno sobre el que hombres se arrastran hacia espacios invisibles que, como llagas, rompen el continuo espacio-tiempo; cavernas ancestrales que prometen refugio. Lugares perdidos avanzando a su ritmo particular, ingobernable e intermitente. Un corazón palpitante que da vida a la ciudad. Lugares de fuego, cruce de poderes. Espacios aislados en un exilio casi absoluto, génesis de resistencia y escape social que son erigidos como paraísos anárquicos solo habitados por aquellos de patas negras.

 

Dentro, envueltos por una luz estroboscópica tenue y entre sonidos como tambores, seres forman círculos en torno a un escenario a la espera del ritual. Eufóricos, golpean con sus patas el suelo y beben del pecho que brota elixir de ajenjo. Sus voces se unen perdiéndose en un canto gutural irreconocible, casi neurótico. Pronto, las luces se desvanecen y todo queda en penumbra hasta que un cañón de luz se enciende y apunta al escenario, se atisban unas figuras. Sus siluetas se revelan vestidas en telas con un brillo tintineante que ondean como banderas de resistencia; así comienza el ritual.

 

Se da la orden y, al unísono, todos beben; el elixir es amargo. Las figuras sobre el escenario marcan el tempo bailando en armonía, los demás les siguen. La realidad se desvanece, ahora solo existen luces y sombras. La atmósfera, ambiente surrealista, está cargada; se puede sentir la energía que, como estática, impregna el entorno. La música muta y se intensifica, llevándolos al éxtasis. El tiempo corre diferente. Poco a poco y conforme el ritual avanza, el sudor se condensa en sus frentes, bajando en gotas deslavando el maquillaje que enmascara el verdadero rostro de los seres de patas negras. El recinto reverbera, tiembla, se mueve ¡está vivo! Las paredes se encienden y resquebrajan hasta que empiezan a caer, quedando en ruinas bajo la promesa de ser erguidas una vez más en el próximo aquelarre.

​

Génesis es un proyecto producido del 2021 al 2023 que documenta y hace un registro de la escena drag y de cabaret de la Ciudad de México. Retratando a sus personajes, los espectáculos y sobre todo lo que ocurre tras bambalinas cuando nadie observa.